Advancing Safety and Equity for Latino Workers

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Advancing Safety and Equity for Latino Workers

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From the earliest days of the modern labor movement, Latino workers have fought for better conditions and shaped the struggle for civil and workplace rights. As we mark Hispanic Heritage Month, we recognize their remarkable work, leadership and achievements. We acknowledge their vital role in our workforce today as well as the pattern of racism that has too often devalued and exploited their labor.

One way we can honor and support their fight for fair and equitable treatment is by acknowledging that Latino workers are disproportionately impacted by injuries and illnesses on the job and the need for better worker protections.

According to the Bureau of Labor Statistics, Hispanic or Latino workers had a fatality rate of 4.5 per 100,000 full-time equivalent workers, compared to an overall rate of 3.6. Compared to other workers, a Latino worker is almost 30% more likely to suffer a fatal injury on the job.

Chart showing that Hispanic workers have the highest fatal injury rate among demographics. The fatal injury rate per 100,000 full-time equivalent workers in 2021 was 4.5 for Hispanics or Latinos, 4.0 for Black or African American Non-Hispanics, 3.4 for White Non-Hispanics, and 1.9 for Asian Non-Hispanics. Source: Census of Fatal Occupational Injuries, BLS.gov

Behind these numbers, are people who had hobbies they loved, life goals, and family and friends who care about them deeply and now grieve their loss. People like Juan Pablo Morillo, a brother, husband and father who was one of three workers who lost their lives in an industrial explosion in New Jersey in 2005. After almost 20 years, the unbearable pain of losing someone to a work-related injury remains the same for his wife, Wanda Engracia and her family.

Some of these workers face an increased risk of work-related injuries and fatalities because of the difficult and inherently dangerous jobs they do – jobs that are often “essential” to our survival, such as those in agriculture and food production. These risks are compounded when workers are afraid that complaining of dangerous conditions can result in retaliation, or they may not understand their rights because their employer did not train them or train them in a language they understand.

But the truth is, workplace injuries and fatalities are preventable – even in high-hazard industries – when employers follow the law and common-sense best practices. The law says that ALL workers are entitled to information about their rights and training to perform their jobs safely in a language they understand. Employers and workers also should know that we enforce the law regardless of a worker’s immigration status.

Fostering an environment that allows workers to be an active participant in their own safety is an important part of our work. To that end, we have information on workers’ rights and training resources in Spanish and other languages to help keep workers safe and healthy. Recently, we started an all-Spanish language bi-weekly newsletter, Información Rápida, to improve outreach. Also, the Susan Harwood Training Grant Program funds training and education programs for workers who are underserved, have limited English proficiency or are temporary.

We also continue collaborating with the embassies of Mexico and other Latin American countries to increase awareness of labor rights among migrant workers in the U.S. Additionally, OSHA now has the authority to issue certifications in support of U and T non-immigrant visa applications. This is an important tool to protect workers who are afraid to report safety and health concerns because of their immigration status or temporary employment authorization, or are at risk of criminal activities such as labor trafficking.

OSHA’s vision is to have every employer embrace safety and health as a core value in their workplace. That means equal access to safety equipment, training in different languages and involving workers in safety discussions. As we celebrate Hispanic Heritage Month, we recommit to the work of protecting Hispanic workers in all workplaces across the country. We encourage every employer to join us.

To report concerns or to ask a question about workplace safety or health confidentially, call OSHA in English or Spanish at 800-321-6742, or contact us online at osha.gov/ContactUs.

Doug Parker is the assistant secretary for the U.S. Department of Labor’s Occupational Safety and Health Administration. Follow OSHA on Twitter/X and LinkedIn.

 


 

Promover la Igualdad en Seguridad y Salud para los Trabajadores Latinos

Por Doug Parker 

 

Desde los primeros días del movimiento obrero moderno, los trabajadores latinos han luchado por mejores condiciones y han dado forma al movimiento obrero. Con motivo del Mes de la Herencia Hispana, reconocemos su notable labor, liderazgo y logros. Reconocemos su papel vital en nuestra fuerza laboral actual, así como el patrón de racismo que con demasiada frecuencia ha devaluado y explotado su trabajo. 

 

Una forma en que podemos honrar y apoyar su lucha por un trato justo y equitativo es reconociendo que los trabajadores latinos se ven afectados de manera desproporcionada por las lesiones y enfermedades en el trabajo y la necesidad de mejores protecciones para los trabajadores. 

 

Según la Oficina de Estadísticas Laborales, los trabajadores hispanos o latinos tenían una tasa de mortalidad de 4.5 por cada 100.000 trabajadores equivalentes a tiempo completo, en comparación con una tasa general de 3.6. En comparación con otros trabajadores, un trabajador latino tiene casi un 30% más de probabilidades de sufrir una lesión mortal en el trabajo. 

 

Gráfico que muestra que los trabajadores hispanos tienen la mayor tasa de lesiones mortales más alta entre los grupos demográficos. Tasa de accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores equivalentes a tiempo completo en 2021: 4,5 hispano o latino; 4,0 negro o afroamericanos no hispano; 3,4 blanco no hispano; 1,9 asiáticos no hispanos. Fuente: Censo de lesiones profesionales mortales, BLS.gov

 

Detrás de estas cifras, hay personas que tenían aficiones que amaban, objetivos vitales y familiares y amigos que se preocupan profundamente por ellos y ahora lloran su pérdida. Personas como Juan Pablo Morillo, hermano, marido y padre, uno de los tres trabajadores que perdieron la vida en una explosión industrial en Nueva Jersey en 2005. Después de casi 20 años, el dolor insoportable de perder a alguien por una lesión laboral sigue siendo el mismo para su esposa, Wanda Engracia y su familia.     

 

Algunos de estos trabajadores se enfrentan a un mayor riesgo de lesiones y muertes relacionadas con el trabajo debido a los trabajos difíciles e intrínsecamente peligrosos que realizan, trabajos que a menudo son “esenciales” para nuestra supervivencia, como los de la agricultura y la producción de alimentos. Estos riesgos se agravan cuando los trabajadores temen que quejarse de condiciones peligrosas pueda dar lugar a represalias, o es posible que no comprendan sus derechos porque su empleador no los capacitó, o no los capacitó en un idioma que comprendan. 

 

Pero lo cierto es que las lesiones y muertes en el lugar de trabajo pueden evitarse -incluso en sectores de alto riesgo- cuando los empresarios cumplen la ley y siguen las mejores prácticas de sentido común. La ley establece que TODOS los trabajadores tienen derecho a recibir información sobre sus derechos y formación para realizar su trabajo de forma segura en un idioma que entiendan. Los empresarios y los trabajadores también deben saber qué hacemos cumplir la ley independientemente de la situación migratoria del trabajador. 

 

Fomentar un entorno que permita a los trabajadores ser participantes activos en su propia seguridad es una parte importante de nuestro trabajo. Para ello, disponemos de información sobre los derechos de los trabajadores y recursos de formación en español y otros idiomas para ayudar a mantener a los trabajadores seguros y sanos. Recientemente, iniciamos un boletín quincenal en español, Información Rápida, para llegar mejor a los trabajadores hispanos. Además, el Programa de Subvenciones de Formación Susan Harwood financia programas de formación y educación para trabajadores desatendidos, con conocimientos limitados de inglés o temporales. 

 

También seguimos colaborando con las embajadas de México y otros países de habla hispana para aumentar la concienciación sobre los derechos laborales entre los trabajadores inmigrantes en EE.UU. Además, la OSHA tiene ahora autoridad para emitir certificaciones en apoyo de las solicitudes de visados U y T para no inmigrantes. Se trata de una herramienta importante para proteger a los trabajadores que temen denunciar problemas de seguridad y salud debido a su situación migratoria o a su autorización temporal de empleo, o que corren el riesgo de ser víctimas de actividades delictivas como el tráfico de mano de obra. 

 

La visión de la OSHA es que cada empresario adopte la seguridad y la salud como un valor fundamental en su lugar de trabajo. Esto significa igualdad de acceso a los equipos de seguridad, formación en diferentes idiomas y participación de los trabajadores en los debates sobre seguridad. Al celebrar el Mes de la Herencia Hispana, volvemos a comprometernos con la labor de proteger a los trabajadores hispanos en todos los lugares de trabajo del país. Animamos a todos los empresarios a que se unan a nosotros.  

 

Para informar de preocupaciones o hacer una pregunta sobre seguridad o salud en el lugar de trabajo de forma confidencial, llame a OSHA en inglés o español al 800-321-6742, o póngase en contacto con nosotros en línea en osha.gov/ContactUs 

 

Doug Parker es secretario adjunto de la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo del Departamento de Trabajo de Estados Unidos. Siga a la OSHA en Twitter/X y LinkedIn.

 

Koebel.Tiffany…
Tue, 10/10/2023 – 12:40

Doug Parker

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